Su revolucio­nario diseño sería imposible sin el M1, el primer sistema en chip para Mac. El iMac es muy estilizado y ligero. El M1 integra el procesador, los gráficos, la memoria y mucho más en un solo chip. Esto nos ha permitido crear un ordenador tan fino que de perfil casi no lo ves y de frente no puedes dejar de mirarlo.